La masculinización del rostro consiste en resaltar puntos específicos con rellenos dérmicos, potenciando los rasgos masculinos, mejorando la estructura del rostro y resaltando contornos faciales en los que predominen las líneas rectas y angulosas.

Esto se traduce en una frente amplia, pómulos marcados, nariz recta, ángulo de la mandíbula y mandíbula bien definida y cuadrada y mentón proyectado.

En pacientes con cara redonda o exceso de volumen se debe comenzar por extraer las denominadas bolas de Bichat, bichectomia, dos acúmulos grasos situados en las mejillas responsables del aspecto redondeado del rostro.

Esta cirugía ambulatoria, además de disminuir el volumen facial, también resalta los pómulos de manera evidente.